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Se alejó para poner una carga de ropa en la lavadora. Al volver del cuarto de lavado, se da cuenta de que su perro, Rex, no está durmiendo en su lugar habitual. Cuando entra en la cocina, ve por qué: Rex está tirado en el suelo con la cabeza metida dentro de la bolsa de papas fritas que Ud. abrió en el almuerzo. Olvidó volver a poner la bolsa en la despensa. Rex, mirando ese sabroso golosina, lo agarró del mostrador mientras usted estaba ocupada. Solo se alejó un minuto, pero eso fue todo lo que él necesitó para meterse en problemas. Por suerte para Rex, llegó a tiempo para quitarle la bolsa y salvarle la vida.

Aunque pueda parecer una situación extraña, ocurre con más frecuencia de lo que cree. La asfixia por las bolsas de golosinas, cereales, para almacenar alimentos y otras bolsas de plástico es una amenaza real para las mascotas, pero se puede prevenir fácilmente. 

¿Qué hace que las bolsas sean tan peligrosas?

Las bolsas de golosinas, cereales, para almacenar alimentos y otras bolsas de plástico están hechas de diferentes tipos de materiales plásticos que a veces están en capas, particularmente en el caso de las bolsas de papas fritas. Estos materiales plásticos incluyen el Mylar (tereftalato de polietileno o PET, por sus siglas en inglés), polipropileno laminado con aluminio, el polietileno de alta densidad (HDPE, por sus siglas en inglés) y el polietileno lineal de baja densidad (LLDPE, por sus siglas en inglés). Estos materiales hacen que las bolsas sean ligeras y flexibles, lo que es perfecto para almacenar alimentos. Sin embargo, es una mala combinación para las mascotas que meten la cabeza dentro de las bolsas. Las bolsas que contienen comida o que alguna vez contenían meriendas sabrosas son particularmente peligrosas porque las mascotas pueden oler la comida y es más probable que encuentren las bolsas cuando se dejan en el mostrador de la cocina, la mesa de centro, el piso o en la basura. 

¿Qué ocurre con las mascotas que agarran estas bolsas?

Las bolsas están por todas partes en nuestros hogares. Las mascotas pueden asfixiarse en menos de cinco minutos cuando sus cabezas quedan atrapadas en una bolsa. Los videos de mascotas con bolsas alrededor de la cabeza son populares en las redes sociales. Aunque los videos no les dan importancia a las situaciones, los animales en esos videos están asustados y en peligro.

Una mascota puede entrar en pánico cuando no sabe cómo sacar la cabeza de una bolsa. Comienza a respirar más rápido, lo que hace que la bolsa se colapse y se encoja alrededor de su nariz y boca. El efecto de succión es tan fuerte que no puede patear la bolsa. Cuanto más rápido respira y más trata de quitarse la bolsa, más apretada se pone alrededor de su cabeza. El círculo vicioso continúa hasta que alguien la encuentra y es liberada de la bolsa o se asfixia. Piense en un globo: cuando infla el globo, el material se expande y el globo se agranda. Pero, cuando succiona el aire del globo, el globo se colapsa y el material se mantiene firmemente unido de manera que no se puede separar. Ese efecto de succión es lo que le sucede a la cabeza de una mascota en una bolsa de plástico. 

¿Qué debe hacer si encuentra a su mascota con la cabeza metida dentro de una bolsa?

Retire con cuidado la bolsa de la cabeza de su mascota y comuníquese con su veterinario o una clínica veterinaria de emergencia de inmediato. Su veterinario le dará consejos médicos sobre lo que debe hacer.

¿Qué puede hacer para evitar que esto suceda?

Estas son algunas formas de evitar que su mascota se asfixie dentro de una bolsa de plástico:

• Tire las bolsas de las golosinas, cereales u otras bolsas de plástico a la basura inmediatamente después de terminar su merienda. 
• Antes de tirar la bolsa a la basura, abra los dos lados de la bolsa o córtela en pedazos, como lo haría con una tarjeta de crédito vieja. Una bolsa con los dos lados abiertos no puede sellarse alrededor de la nariz y la boca de una mascota.
• ¡Asegúrese de que su mascota no pueda entrar en bote de basura! Coloque su bote de basura en un gabinete o en un lugar seguro que su mascota no pueda encontrarlo o agarrarlo. Asegúrese de que su bote de basura tenga una tapa segura que su mascota no pueda abrir.
• Vierta su merienda en un recipiente y recuerde guardar la bolsa después en un gabinete cerrado o despensa que su mascota no pueda abrir.
• Enseñe a sus familiares, amigos y vecinos sobre los peligros de las bolsas para golosinas, cereales y otras bolsas de plástico, y cómo pueden mantener a sus mascotas seguras.
• Vigile a los niños pequeños cuando comen de las bolsas de meriendas. Ellos pueden olvidar y dejar las bolsas, o dejarlas caer al suelo o piso donde su mascota pueda alcanzarlas.
• Los picnics, las fiestas y los viajes en automóvil son especialmente peligrosos porque las bolsas de golosinas y alimentos a menudo suelen dejarse en lugares que su mascota puede alcanzar fácilmente. Asegúrese de mantener a su mascota alejada de estas bolsas durante esos eventos. Cuando termine la fiesta, el picnic o la merienda, deseche de manera segura las bolsas vacías en la basura y guarde adecuadamente las sobras donde su mascota no pueda alcanzarlas. 

Estos sencillos consejos podrían marcar la diferencia en la vida de una mascota. Con solo un poco de planificación y precaución, usted, los miembros de su familia y sus amigos aún pueden comer meriendas sabrosas mientras protegen a Rex y a sus amigos caninos de posibles daños. Comer meriendas de manera segura salva la vida de las mascotas.