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Las vacunas protegen a los niños de enfermedades infecciosas perjudiciales

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Three photos of young children with small adhesive bandages showing they've just received vaccination injections.

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La FDA ha aprobado Comirnaty (la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer-BioNTech ) para mayores de 16 años. La vacuna sigue estando disponible bajo la autorización de uso de emergencia (EUA) para adolescentes de 12 a 15 años..

Las vacunas son esenciales para que los niños tengan un inicio sano en la vida.

Debido a que los programas de inmunización de los siglos XX y XXI han tenido tanto éxito, muchos padres hoy día nunca han visto las muchas enfermedades prevenibles mediante vacunación que eran comunes en el pasado. No se dan cuenta de que esas enfermedades infecciosas pueden reaparecer. Si algunos deciden no vacunarse o no vacunar a sus niños, algunas enfermedades que ahora son raras o inexistentes pueden resurgir.

Las enfermedades infecciosas que eran comunes en los niños en los Estados Unidos, incluyendo el polio, la difteria, la tosferina, la rubéola (sarampión alemán) y la varicela, son prevenibles con vacunas aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés). Las vacunas pueden prevenir enfermedades contagiosas que mataron o les hicieron daño a muchos bebés, niños y adultos en el pasado. La FDA asegura que las vacunas que los niños reciben son seguras y efectivas.

Desde los bebés hasta los adolescentes, todos necesitan vacunas durante su niñez para proporcionarles con inmunidad contra enfermedades infecciosas potencialmente peligrosas. Sin vacunas, los niños están en riesgo de contraer una enfermedad grave y hasta una discapacidad o morir, por enfermedades como la meningitis causada por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), el sarampión y la tosferina, entre otras.

Una vacuna es un producto médico. Al igual que con cualquier medicamento, las vacunas pueden causar efectos secundarios, pero la mayoría son leves y breves, tales como una fiebre baja, o dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección. Los efectos secundarios severos y prolongados son extremadamente infrecuentes. El riesgo de que una vacuna haga daño es menor que el riesgo de contraer la enfermedad grave que la vacuna previene. Asegurar la seguridad y eficacia de las vacunas es una de las principales prioridades de la FDA.

La FDA se asegura que las vacunas se sometan a un programa de desarrollo riguroso y extenso. Los programas de desarrollo para las vacunas incluyen estudios realizados por los fabricantes para cumplir con las normas de seguridad y eficacia de la FDA, y reflejan los amplios conocimientos de la FDA sobre el diseño y los métodos de ensayos clínicos. La FDA aprueba una vacuna solo si se determina que los beneficios de la vacuna superan los riesgos.

Si tiene preguntas sobre las vacunas, visite la guía para padres y proveedores de cuidado de la FDA. La guía describe en más detalle las vacunas que se administran rutinariamente a los niños y ofrece respuestas a las preguntas más comunes. También su proveedor de atención médica es un excelente recurso para obtener información sobre las vacunas. 

Mientras tanto, he aquí algunos consejos para tener en mente cuando vacune a su niño.

Lea las hojas de información de las vacunas.

Estas hojas le explican los beneficios y riesgos de una vacuna. La ley requiere que su profesional de atención médica se las proporcione.

Hable con su  proveedor de atención médica sobre los beneficios y riesgos de las vacunas.

Entérese de los beneficios y riesgos de las vacunas, como también de las posibles consecuencias de no recibir una vacuna contra las enfermedades. Algunas personas se sorprenden al saber que los niños pueden ser perjudicados o hasta morir a causa del sarampión, la difteria, la tosferina y otras enfermedades infecciosas que pueden prevenirse con las vacunas.

Antes de vacunarse, hable con su  proveedor de atención médica sobre ciertas condiciones y alergias.

Su proveedor de atención médica debe saber si su niño está enfermo, o si ha sufrido anteriormente alguna reacción alérgica u otra reacción adversa a una vacuna o sus componentes. Por ejemplo, los huevos se utilizan para elaborar algunas vacunas contra la influenza (gripe). Infórmele a su proveedor de atención médica si su niño tiene una alergia grave a los huevos.

Algunas vacunas se suministran en ampollas o jeringas prellenadas que pueden contener látex natural, lo que puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles al látex. Infórmele a su profesional de atención médica si es alérgico al látex. Informe a su proveedor de atención médica si tiene una alergia al latex.

También es importante hablar con su proveedor de atención medica sobre qué vacunas deben o no deben administrase a niños con un sistema inmunológico débil.

Reporte los problemas y efectos secundarios.

Si tiene alguna preocupación después de recibir una vacuna, comuníquese con su proveedor de atención médica. Las reacciones adversas deben reportarse al Sistema para Reportar Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés). La FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) mantienen este programa de vigilancia nacional para la seguridad de las vacunas. Su proveedor de atención médica usualmente completa este reporte pero usted puede hacerlo también. 

Visite el sitio web de VAERS en www.vaers.hhs.gov para reportar efectos secundarios posibles u otros problemas relacionados con las vacunas. Usted puede reportar un problema en línea, descargando un formulario o llamando al 1-800-822-7967 para obtener más información.

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