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Hoy, los expertos médicos y de salud pública del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. (HHS, por sus siglas en inglés) publicaron la siguiente declaración sobre el plan de la administración para las vacunas de refuerzo contra el COVID-19 para el pueblo estadounidense. 

La declaración se atribuye a la Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés); a la Dra. Janet Woodcock, comisionada interina de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés); al Dr. Vivek Murthy, cirujano general de los EE. UU.; al Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés); al Dr. Anthony Fauci, asesor médico principal del presidente Joe Biden y director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés); a la Dra. Rachel Levine, subsecretaria de Salud; al Dr. David Kessler, director científico de la Respuesta al COVID-19; y a la Dra. Marcella Nunez-Smith, directora del Grupo de Trabajo sobre Equidad en la Salud del COVID-19:

"Las vacunas contra el COVID-19 autorizadas en los Estados Unidos siguen siendo notablemente eficaces para reducir el riesgo de enfermedad grave, hospitalización y muerte, incluso contra la variante Delta, que circula ampliamente. Reconociendo que muchas vacunas se asocian a una reducción de la protección con el paso del tiempo, y reconociendo que podrían ser necesarias dosis adicionales de la vacuna para proporcionar una protección duradera, hemos estado analizando detenidamente los datos científicos de los Estados Unidos y de todo el mundo para comprender cuánto durará esta protección y cómo podríamos maximizarla. Los datos disponibles dejan muy claro que la protección contra la infección por el SRAS-CoV-2 empieza a disminuir con el tiempo tras las dosis iniciales de vacunación, y en asociación con el predominio de la variante Delta, estamos empezando a ver pruebas de una menor protección contra la enfermedad leve y moderada. Basándonos en nuestra última evaluación, la protección actual contra la enfermedad grave, hospitalización y muerte podría disminuir en los próximos meses, especialmente entre las personas con mayor riesgo o que fueron vacunadas durante las primeras fases del programa de vacunación. Por esta razón, concluimos que será necesaria una vacuna de refuerzo para maximizar la protección inducida por la vacuna y prolongar su durabilidad.

"Hemos desarrollado un plan para empezar a ofrecer estas vacunas de refuerzo este otoño, siempre y cuando la FDA lleve a cabo una evaluación independiente y determine la seguridad y eficacia de una tercera dosis de las vacunas de ARNm de Pfizer y Moderna, y el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP, por sus siglas en inglés) de los CDC emita recomendaciones de dosis de refuerzo basadas en una revisión exhaustiva de las pruebas. Estamos preparados para ofrecer vacunas de refuerzo a todos los estadounidenses a partir de la semana del 20 de septiembre y a partir de 8 meses después de la segunda dosis de una persona. En ese momento, las personas que se vacunaron completamente en las primeras etapas del programa de vacunación, incluidos muchos proveedores de atención médica, residentes de hogares de convalecencia y otras personas mayores, probablemente serán elegibles para un refuerzo. También comenzaríamos a entregar las vacunas de refuerzo directamente a los residentes de los centros de atención a largo plazo, dada la distribución de las vacunas a esta población al principio del programa de vacunación y el aumento continuo del riesgo que el COVID-19 representa para ellos.

"También anticipamos que probablemente se necesitarán vacunas de refuerzo para las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson (J&J). La administración de la vacuna J&J no comenzó en los Estados Unidos hasta marzo de 2021, y esperamos más datos sobre J&J en las próximas semanas. Con esos datos a la mano, mantendremos al público informado con un plan oportuno para las vacunas de refuerzo de J&J también.

"Nuestra principal prioridad sigue siendo adelantarnos al virus y proteger al pueblo estadounidense del COVID-19 con vacunas seguras, eficaces y duraderas, especialmente en el contexto de un virus y un panorama epidemiológico en constante cambio. Continuaremos siguiendo la ciencia a diario, y estamos preparados para modificar este plan si surgen nuevos datos que lo requieran. 

"También queremos enfatizar la urgencia actual de vacunar a los no vacunados en los EE. UU. y en todo el mundo. Casi todos los casos de enfermedad grave, hospitalización y muerte continúan ocurriendo entre las personas que aún no han sido vacunadas.  Seguiremos intensificando los esfuerzos para aumentar la vacunación aquí en casa y para garantizar que todos tengan información precisa sobre las vacunas de fuentes fiables. También seguiremos ampliando nuestros esfuerzos para aumentar el suministro de vacunas para otros países, ampliando las más de 600 millones de dosis que ya nos hemos comprometido a donar a nivel mundial."  

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